Copa América Chile 1926

Copa América Chile 1926

En la rica y apasionante historia del fútbol sudamericano, cada edición del torneo continental, hoy conocido como Copa América, representa un capítulo crucial.

El Campeonato Sudamericano de 1926, la décima edición del certamen, fue un evento singular, marcado por la expectativa, las sorpresas y las confirmaciones.

Celebrado en Chile entre el 12 de octubre y el 3 de noviembre, este campeonato no solo fue la segunda vez que el país andino fungió como anfitrión (tras el de 1920), sino que también sirvió como un escenario de contrastes que redefinirían el mapa futbolístico de la región.

Mientras el torneo se preparaba para arrancar, dos ausencias y una bienvenida notable definieron su contexto.

La sensible baja de Brasil, por problemas internos en su confederación, dejó un vacío en la competición.

Sin el gigante amazónico, la balanza de poder parecía más equilibrada y la atención se centró aún más en la eterna rivalidad del Río de la Plata.

En contraste, el torneo marcó la participación por primera vez de Bolivia, un equipo que, pese a su inexperiencia y un nivel futbolístico aún incipiente, se convertiría en un rival siempre incómodo para sus adversarios en las futuras ediciones de la Copa América.

La verdadera joya de la corona, sin embargo, era la presencia de Uruguay. Tras su asombroso triunfo en los Juegos Olímpicos de París 1924, la selección charrúa llegaba al campeonato con un fútbol que rozaba la perfección.

Su meta era clara: mantener el mejor desempeño y consolidar su estatus de potencia mundial, de cara a los trascendentales Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928.

Faltaba tiempo para la cita olímpica, pero los uruguayos no deseaban dejar nada al azar, usando cada partido como una prueba de fuego para su formidable escuadra.

 

 

El Camino de los Debutantes y los Favoritos

La inauguración del torneo en el Estadio de los Sports de Ñuñoa fue un bautismo de fuego para los recién llegados.

El debut de los bolivianos fue, sin eufemismos, desastroso. El anfitrión, Chile, con un ímpetu y una ambición sin precedentes, le propinó la friolera de siete goles, dejando claro que la Copa América siempre cobra factura a los debutantes.

La derrota 7-1 no solo representó un duro golpe para Bolivia, sino que también elevó la moral de un equipo chileno que buscaba redimirse y tener una actuación memorable en casa.

A pesar del resultado, la valentía de Bolivia al competir por primera vez en un torneo de esta envergadura fue digna de reconocimiento, sentando las bases para su futura historia en el fútbol continental.

Mientras tanto, la otra gran potencia del torneo, Argentina, tuvo un arranque impresionante que dejó a todos boquiabiertos.

En sus dos primeros encuentros, el equipo albiceleste demostró una contundencia ofensiva demoledora.

Primero, despachó a Bolivia con un contundente 5-0 y, días después, aplastó a Paraguay con un marcador de 8-0.

El equipo argentino anotó un total de 13 goles sin recibir ninguno en contra en sus dos primeros duelos, una estadística que los colocaba como serios candidatos al título y que ponía de manifiesto el poderío de su delantera.

Uruguay, por su parte, aunque favorito, tuvo un inicio más discreto. Venció al anfitrión Chile en su debut, en un encuentro que, si bien terminó con una victoria charrúa, dejó algunas dudas sobre el poderío de los campeones olímpicos.

El partido fue disputado y la defensa chilena, junto con su entrega en el mediocampo, puso en aprietos a la escuadra celeste.

Aunque la victoria se logró, la sensación era que Uruguay no había mostrado todo su potencial, generando una atmósfera de incertidumbre que, en un torneo tan corto, podía ser peligrosa.

 

 

El Duelo de Titanes que Decidió el Campeonato

Todas las dudas quedaron despejadas muy pronto, cuando el calendario deparó el que sería el partido más crucial del torneo.

En su segundo encuentro, Uruguay enfrentó a una Argentina que llegaba con el envión de sus dos arrolladoras victorias.

Este partido no era solo por los tres puntos; era un duelo por la supremacía, la revancha por el título de la edición anterior y un preámbulo de lo que se vería en los siguientes años. El choque fue una verdadera batalla táctica y física, digna de la intensa rivalidad que los ha caracterizado a lo largo de la historia.

Fueron los uruguayos, sin embargo, quienes demostraron por qué eran los campeones reinantes de la escena olímpica. Con una defensa impenetrable y un ataque quirúrgico, lograron una victoria de dos goles a cero.

Este resultado no solo fue un triunfo decisivo, sino que sentenció virtualmente la Copa a favor de los orientales.

La derrota fue un golpe duro para Argentina, que vio cómo su formidable arranque se estrellaba contra la solidez y la experiencia de su acérrimo rival.

La superioridad uruguaya se impuso en el momento más importante del torneo, demostrando que su estilo de juego, basado en la disciplina, el talento individual y un profundo entendimiento colectivo, era la fórmula para el éxito.

 

 

El Drama Final y las Posiciones de Honor

Las siguientes jornadas transcurrieron con un interés secundario, pero no menos importante.

Con Uruguay encaminado hacia la gloria, la atención se centró en la lucha por el segundo lugar y en la actuación de los demás equipos. Chile, impulsado por su victoria inicial sobre Bolivia y el apoyo de su público, tuvo una de las mejores actuaciones de su historia hasta ese momento en el Campeonato Sudamericano.

Los anfitriones demostraron un crecimiento notable y una capacidad para competir con las grandes potencias.

Su ambición era clara: arrebatarle el segundo puesto a Argentina, una hazaña que habría sido un logro monumental para su fútbol.

El destino del subcampeonato se decidió en un enfrentamiento directo entre ambos rivales.

El empate entre Argentina y Chile en la última jornada, selló el destino del torneo. Argentina aseguró el segundo puesto, mientras que Chile, a pesar de su destacada actuación, tuvo que conformarse con la tercera posición.

A pesar de no lograr el subcampeonato, el torneo de 1926 fue un hito para el fútbol chileno, que mostró al mundo que estaba listo para competir al más alto nivel.

Paraguay, que tuvo un torneo irregular, se ubicó en la cuarta posición, mientras que Bolivia, a pesar de sus tres derrotas, completó el cuadro, ganando una valiosa experiencia que le serviría para el futuro.

 

 

 

Los partidos de la Copa América Chile 1926

 

Partido 1

12.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
CHI – BOL 7:1 (4:0) (12,000) Norberto Luis Gallieri ARG

CHI: Hill – Veloso, Poirier – Sánchez, Saavedra, González – García, Subiabre, Ramírez, Arellano, Moreno
BOL: Bermúdez – Chavarría, Lara – J.Soto, Sáinz, Angulo – C.Soto, Méndez, Aguilar, Bustamante, Alborta

1:0 Ramírez 10, 2:0 Subiabre 14, 3:0 Arellano 15, 4:0 Arellano 41, 5:0 Moreno 47 c, 5:1 Aguilar 62, 6:1 Arellano 80, 7:1 Arellano 84 En este encuentro se marcó el prmer gol olímpico (directo de un tiro de esquina) en la historia de la Copa.

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Partido 2
16.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
ARG – BOL 5:0 (4:0) (8,000) Aníbal Tejada URU

ARG: Díaz – Bidoglio, Muttis – Médici, Vaccaro, Fortunato – Tarasconi, Cherro, Sosa, Delgado, De Miguel
BOL: Bermúdez – Urriolagoitía, Lara – J.Soto, Sáinz, Valderrama – C.Soto, Méndez, Aguilar, Bustamante, Alborta
1:0 Cherro 9, 2:0 Cherro 19, 3:0 Sosa 31, 4:0 Delgado 43, 5:0 De Miguel 74

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Partido 3

17.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
URU – CHI 3:1 (2:0) (13,000) Pedro José Malbrán CHI

URU: Batignani – Nasazzi, Recoba – Andrade, Fernández, Vanzzino – Urdinarán, Scarone, Borjas, Castro, Saldombide
CHI: Cortés – Veloso, Poirier – Sánchez, Saavedra, González – García, Subiabre, Olguín, Arellano, Moreno

1:0 Borjas 22, 2:0 Castro 32, 3:0 Scarone 55, 3:1 Subiabre 65 p

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Partido 4

20.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
ARG – PAR 8:0 (5:0) (3,000) Francisco Jiménez CHI

ARG: Díaz – Bidoglio, Muttis – Médici, Vaccaro, Fortunato – Tarasconi, Cherro, Sosa, Delgado, De Miguel
PAR: Recalde – Rolón, Sirvent – Brizuela, Fleitas Solich, L.Nessi – G.Nessi, C.Ramírez, López, Domínguez, Fretes
1:0 Sosa 11, 2:0 Cherro 16, 3:0 Sosa 32, 4:0 Delgado 40, 5:0 Delgado 42, 6:0 De Miguel 52, 7:0 Sosa 59, 8:0 Sosa 87

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Partido 5
23.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
PAR – BOL 6:1 (0:1) (2,000) Aníbal Tejada URU

PAR: Denis – Rolón, Sirvent – Duarte, Brizuela, Fleitas Solich – L.Nessi, J.Ramírez, C.Ramírez, López, Fretes
BOL: Bermúdez – Chavarría, Lara – J.Soto, Sáinz, Valderrama – C.Soto, Méndez, Aguilar, Bustamante, Alborta

0:1 C.Soto 15, 1:1 López 57, 2:1 C.Ramírez 68, 3:1 C.Ramírez 72, 4:1 J.Ramírez 76, 5:1 López 81, 6:1 C.Ramírez 88

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Partido 6

24.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
URU – ARG 2:0 (1:0) (15,000) Miguel Barba PAR

URU: Batignani – Nasazzi, Recoba – Andrade, Fernández, Vanzzino – Urdinarán, Scarone, Borjas, Castro, Saldombide
ARG: Díaz – Bidoglio, Cochrane – Médici, Vaccaro, Conti – Tarasconi, Cherro, Sosa, Delgado, De Miguel

1:0 Borjas 22, 2:0 Castro 73

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Partido 7

28.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa

URU – BOL 6:0 (4:0) (8,000) Juan Pedro Barbera ARG

URU: Batignani – Nasazzi, Recoba – Ghierra, Fernández, Vanzzino – Urdinarán, Scarone, Romano, Castro, Saldombide
BOL: Araníbar – Chavarría, Lara – J.Soto, Sáinz, Valderrama – C.Soto, Méndez, Aguilar, Bustamante, Alborta

1:0 Scarone 9, 2:0 Scarone 12, 3:0 Scarone 28, 4:0 Scarone 39, 5:0 Romano 67, 6:0 Scarone 81

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Partido 8

31.10.26 Santiago, Sport de Nuñoa
CHI – ARG 1:1 (1:1) (8,000) Miguel Barba PAR

CHI: Cortés – Veloso, Poirier – Toro, Saavedra, González – Muñoz, Subiabre, Olguín, Arellano, Ramírez
ARG: Díaz – Bidoglio, Muttis – Médici, Vaccaro, Fortunato – Tarasconi, Cherro, Sosa, Delgado, Perducca

1:0 Saavedra 25, 1:1 Tarasconi 42

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Partido 9

01.11.26 Santiago, Sport de Nuñoa
URU – PAR 6:1 (3:0) (12,000) Francisco Jiménez CHI

URU: Batignani – Nasazzi, Recoba – Andrade, Fernández, Vanzzino – Urdinarán, Scarone, Romano, Castro, Saldombide
PAR: Denis – Rolón, Sirvent – Duarte, Brizuela, Fleitas Solich – L.Nessi, Vargas Peña, C.Ramírez, Domínguez, Fretes

1:0 Castro 16, 2:0 Castro 23, 3:0 Castro 32, 4:0 Saldombide 47 p, 4:1 Fleitas Solich 58 p, 5:1 Castro 72, 6:1 Saldombide 82 (al minuto 60 un penalty cobrado por Fleitas Solich pegó en el travesaño)

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Partido 10

03.11.26 Santiago, Sport de Nuñoa
CHI – PAR 5:1 (2:1) (6,000) Aníbal Tejada URU

CHI: Cortés – Figueroa, Poirier – Morales, Saavedra, González – Moreno, Subiabre, Olguín, Arellano, Ramírez
PAR: Denis – Rolón, Sirvent – Duarte, Brizuela, Fleitas Solich – L.Nessi, Vargas Peña, C.Ramírez, J.Ramírez, López

1:0 Arellano 21, 1:1 Vargas Peña 40, 2:1 Ramírez 42, 3:1 Arellano 64, 4:1 Arellano 71, 5:1 Ramírez 82

 

Tabla de posiciones
1. URU 4 8 4 0 0 17-2
2. ARG 4 5 2 1 1 14-3
3. CHI   4 5 2 1 1 14-6
4. PAR  4 4 1 0 3 8-20
5. BOL  4 0 0 0 4 2-24

 

Goleadores
7 – Arellano CHI
6 – Castro, Scarone URU
5 – Sosa ARG
4 – Ramírez CHI
3 – Cherro, Delgado ARG, C.Ramírez PAR
2 – De Miguel ARG, Subiabre CHI, López PAR, Borjas, Saldombide URU
1 – Tarasconi ARG, Aguilar, C.Soto BOL, Moreno CHI, Fleitas Solich, J.Ramírez, Vargas Peña PAR, Romano URU.

 

Referees 
3 – Tejada URU
2 – Jiménez CHI, Barba PAR
1 – Barbera, Gallieri ARG, Malbrán CHI

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