Copa América Brasil 1919
El aire de Río de Janeiro, cálido y vibrante, se llenaba de una expectación inusual a principios de 1919.
La promesa del tercer Campeonato Sudamericano de Selecciones, lo que hoy conocemos como la majestuosa Copa América, flotaba en el ambiente. Sin embargo, no todo había sido tan sencillo.
Originalmente programado para 1918, el destino tenía otros planes. Una devastadora epidemia de gripe había azotado la “Cidade Maravilhosa”, obligando a la postergación de un evento que ya generaba un murmullo de emoción en todo el continente.
Pero, una vez que la crisis sanitaria estuvo bajo control, el balón volvió a rodar. Entre el 11 y el 29 de mayo de 1919, Brasil se preparaba para ser el epicentro de un torneo que no solo reescribiría la historia del fútbol sudamericano, sino que también sería testigo de la forja de una nueva potencia y de un episodio de profunda tristeza.
Las expectativas eran altísimas. Los puristas y conocedores del fútbol sudamericano apostaban con vehemencia por el tricampeonato uruguayo.
La “Celeste”, con su estirpe de campeona y su disciplina táctica, parecía invencible en aquellos años iniciales de la competición.
Por otra parte, el fútbol argentino, siempre un rival de fuste, comenzaba a elevar su nivel técnico y estratégico, presentándose como el único contendiente capaz de desafiar la supremacía charrúa.
Pero nadie preveía el despertar de un gigante dormido.
El Sistema de Competencia y el Rugido Inicial del Gigante Amazónico
El formato del torneo se mantuvo fiel a sus ediciones anteriores: un sistema de todos contra todos, donde cada selección se enfrentaría a las demás una vez, y el campeón sería aquel que acumulara más puntos.
La simplicidad de la regla prometía una lucha sin cuartel hasta el último aliento.
El 11 de mayo de 1919 quedó grabado en la memoria colectiva del fútbol.
El partido inaugural no fue solo un encuentro más; fue la declaración de intenciones de un equipo que hasta entonces había sido subestimado en el concierto continental.
Brasil goleó a Chile por un aplastante 6 a 0, un resultado que dejó a todos boquiabiertos.
Aquel día, el poderío ofensivo brasileño, liderado por figuras que pronto se convertirían en mitos, como Arthur Friedenreich, se mostró con una fuerza y un virtuosismo desconocidos hasta entonces. No era solo una victoria; era un mensaje.
Dos días después, el torneo ofreció otro duelo clásico.
Uruguay logró una ajustada victoria frente a Argentina, un resultado que, si bien reafirmaba el favoritismo charrúa, afectaría seriamente el ánimo de los “gauchos” durante el resto de la competición.
La derrota temprana contra su archirrival pesaría en la psique del equipo argentino, complicando sus aspiraciones.
A medida que avanzaba la segunda fecha, Brasil y Uruguay, con sus victorias, confirmaron su estatus de favoritos. Brasil venció a Argentina, y Uruguay hizo lo propio con Chile.
La mesa estaba servida para un enfrentamiento decisivo entre los dos pesos pesados del continente.
La Tragedia de Roberto Chery: El Lado Humano del Deporte
Pero en medio de la creciente emoción y la expectativa futbolística, una sombra se cernió sobre el torneo.
Fue durante la disputa del encuentro entre Uruguay y Chile que la tragedia asomó su rostro más cruel.
El joven guardameta uruguayo, Roberto Chery, sufrió un estrangulamiento de hernia durante el partido.
A pesar de los esfuerzos, pocos días después, el 17 de mayo, Chery falleció en un hospital de Río de Janeiro.
La noticia conmocionó profundamente a todas las delegaciones y a la afición.
El fútbol, un deporte de pasiones y rivalidades, se detuvo un momento para rendir homenaje a la vida de un atleta que había dado todo por su selección.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), en un gesto de unidad y respeto, decretó luto y se realizaron homenajes en su memoria.
Este trágico suceso sirvió como un sombrío recordatorio de la fragilidad de la vida, incluso en el apogeo de la competencia deportiva, uniendo a rivales en un sentimiento de dolor compartido.
El espíritu de Chery, sin embargo, perduraría en el corazón de la “Celeste” y del fútbol sudamericano.
La Recta Final: Argentina se Despide y el Duelo por la Gloria
La última fecha del torneo se inició con el encuentro entre Argentina y Chile.
Aunque los argentinos lograron una contundente victoria, dicho resultado ya no incidía en las posiciones de vanguardia.
Para ellos, el sueño del campeonato se había desvanecido en las fechas anteriores, pero aún así, mostraron su orgullo en la cancha.
Todos los ojos estaban puestos en el trepidante encuentro entre Brasil y Uruguay.
Era una final anticipada, un choque de titanes donde se decidiría el destino del título. Uruguay, con su grandeza histórica y su reconocido empaque de equipo ganador, salía al campo con la seguridad de su legado.
Habían sido los campeones de las ediciones anteriores y defendían su trono con uñas y dientes.
Pero los cariocas, embargados por el impulso de su victoria inaugural y el deseo de hacer historia en casa, estaban empeñados en demostrar que su fútbol había crecido enormemente y que eran serios aspirantes al título, no solo por su localía, sino por su calidad intrínseca.
Fue un partido lleno de emociones, de idas y venidas, de genialidades individuales y de momentos de tensión colectiva. Los 90 minutos reglamentarios terminaron con un empate a dos goles por bando.
Un resultado que, si bien mantenía el suspenso, también obligaba a la organización a aplicar una de las reglas de la época: la necesidad de jugar un partido de desempate para coronar al campeón.
El Partido Más Largo de la Copa América: La Consagración de Brasil
El 29 de mayo de 1919 es una fecha que quedó marcada para siempre en los anales de la Copa América.
Ese día se desarrolló lo que se conoce como el partido más largo de la historia del torneo: ¡150 minutos de juego!
Fue una verdadera maratón futbolística, un testamento a la resistencia física y mental de los jugadores de Brasil y Uruguay.
Tras empatar a cero en los 90 minutos iniciales, el cansancio empezaba a ser un factor, pero el deseo de levantar el trofeo era más fuerte.
El reglamento exigía jugar una prórroga, la cual constó de dos tiempos de 15 minutos cada uno. Ambas selecciones lucharon con denuedo, sin dar tregua, pero el gol que desequilibrara la balanza no llegaba.
La tensión era palpable en el estadio.
Al persistir el empate después de la primera prórroga, la agonía se extendió. Se debieron jugar dos tiempos extras más, de igual duración.
Los jugadores, exhaustos, sacaban fuerzas de donde no las tenían, impulsados por el honor nacional y la inminente gloria.
Fue en los primeros minutos del primer tiempo de la segunda prórroga (el tercer tiempo extra en total, tras los 90 minutos y los 30 de la primera extensión), cuando un momento de pura magia y determinación puso fin al épico encuentro. Arthur Friedenreich, la estrella rutilante de Brasil, anotaría el único gol del partido.
Ese solitario tanto no solo desató la euforia en las gradas y en el campo, sino que también le dio a Brasil su primer título en la Copa América.
Fue una victoria sudada, largamente esperada y dramáticamente conseguida.
La Copa América de 1919 no solo fue memorable por la tragedia de Roberto Chery o por el récord de duración del partido final.
Fue el torneo donde Brasil se consagró como una fuerza dominante en el fútbol continental, un hito que marcaría el inicio de una era dorada para el balompié brasileño y que sentaría las bases para la rica historia que conocemos hoy.
Un verdadero antes y después en la épica de la Copa América.
Partidos Copa América Brasil 1919
Partido 1
11.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
BRA – CHI 6:0 (3:0)
(20,000) Juan Pedro Barbera ARG
BRA: Marcos – Píndaro, Bianco – Sergio I, Amílcar, Galo – Luiz Meneses, Neco, Friedenreich,
Haroldo, Arnaldo
CHI: Guerrero – Gatica, Poirier – Baeza, González, Domínguez – Báez, Fuentes, France, Muñoz,
Varas
1:0 Friedenreich 19, 2:0 Neco 21, 3:0 Friedenreich 38, 4:0 Friedenreich 76, 5:0 Haroldo 79,
6:0 Neco 83
.
Partido 2
13.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
URU -ARG 3:2 (2:1)
(18,000) Robert L. Todd ENG
URU: Saporiti – Varela, Foglino – Delgado, Zibechi, Vanzzino – Pérez, H.Scarone, C.Scarone,
Gradín, Romano
ARG: Isola – Cortella, Reyes – Mattozzi, Uslenghi, Martínez – Calomino, Laiolo, Clarcke,
Izaguirre, Perinetti
1:0 C.Scarone 19, 2:0 H.Scarone 23, 2:1 Izaguirre 34, 2:2 Varela 79 o, 3:2 Gradín 85
.
Partido 3
17.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
URU – CHI 2:0 (2:0)
(8,000) Adilton Ponteado BRA
URU: Chery – Varela, Foglino – Naguil, Zibechi, Vanzzino – Pérez, H.Scarone, C.Scarone,
Gradín, Romano
CHI: Guerrero – Gatica, Poirier – Baeza, González, Domínguez – Del Río, Báez, Fuentes,
France, Varas
1:0 C.Scarone 31, 2:0 Pérez 43
.
Partido 4
18.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
BRA – ARG 3:1 (1:0)
(22,000) Robert L. Todd ENG
BRA: Marcos – Píndaro, Bianco – Sergio I, Amílcar, Fortes – Millon, Neco, Friedenreich,
Héitor Domingues, Arnaldo
ARG: Isola – Castagnola, Reyes – Mattozzi, Uslenghi, Martínez – Calomino, Brichetto,
Clarcke, Izaguirre, Perinetti
1:0 Héitor Domingues 22, 2:0 Amílcar 57, 2:1 Izaguirre 65, 3:1 Millon 77
.
Partido 5
22.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
ARG – CHI 4:1 (3:1)
(15,000) Joaquim Antônio Leite de Castro BRA
ARG: Isola – Castagnola, Reyes – Mattozzi, Felice, Martínez – Calomino, Martín, Clarcke,
Izaguirre, Perinetti
CHI: Guerrero – Gatica, Poirier – Baeza, González, Domínguez – Del Río, Muñoz, Fuentes,
France, Frez
1:0 Clarcke 10, 2:0 Izaguirre 13, 3:0 Clarcke 23, 3:1 France 33, 4:1 Clarcke 62
.
Partido 6
26.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
BRA – URU 2:2 (1:2)
(23,000) Robert L. Todd ENG, Miguel Guerrero CHI, Carlos Izaguirre ARG
BRA: Marcos – Píndaro, Bianco – Sergio I, Amílcar, Fortes – Millon, Neco, Friedenreich,
Héitor Domingues, Arnaldo
URU: Saporiti – Varela, Foglino – Naguil, Zibechi, Vanzzino – Pérez, H.Scarone, C.Scarone,
Gradín, Marán
0:1 Gradín 13, 0:2 C.Scarone 17, 1:2 Neco 29, 2:2 Neco 63
Tabla posiciones
1. BRA 3 5 2 1 0 11-3
2. URU 3 5 2 1 0 7-4
3. ARG 3 2 1 0 2 7-7
4. CHI 3 0 0 0 3 1-12
Desempate
29.05.19 Río de Janeiro, das Laranjeiras
BRA – URU 1:0 (0:0, 0:0, 0:0, 0:0, 0:0)
(35,000) Juan Pedro Barbera ARG
BRA: Marcos – Píndaro, Bianco – Sergio I, Amílcar, Fortes – Millon, Neco, Friedenreich,
Héitor Domingues, Arnaldo
URU: Saporiti – Varela, Foglino – Naguil, Zibechi, Vanzzino – Pérez, H.Scarone, C.Scarone,
Gradín, Marán
1:0 Friedenreich 122
NOTA: Se disputaron 4 tiempos extras de 15 minutos estableciendo el récord del encuentro mas largo de la Copa América al disputarse en total 150 minutos de juego.
Goleadores
4 – Friedenreich, Neco BRA
3 – Clarcke, Izaguirre ARG, C.Scarone URU
2 – Gradín URU
1 – Amílcar, Haroldo, Héitor Domingues, Millon BRA, France CHI, H.Scarone, Pérez URU
auto goles – 1 (Varela URU for ARG)
Referees
3 – Todd ENG
2 – Barbera ARG
1 – Leite de Castro, Ponteado BRA
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