Isabelino Gradín nació en Montevideo, Uruguay, un día 8 de julio de 1897. Fué un destacado futbolista uruguayo jugando como delantero y conquistó muy pronto un lugar entre las leyendas Copa América.
Hombre sumamente hábil con el balón, combinaba a la perfección su potencia física con una velocidad difícil de controlar para sus adversarios.
En una época donde la selección de futbol de Uruguay daba forma a la máquina de ganar partidos, que dominaría el futbol sudamericano hasta los años 30, sobresalir e integrar el combinado no era tarea sencilla.
Isabelino Gradín se volvió indispensable en el once celeste desde su primera aparición, y su magnífica actuación en el Torneo de la Copa América de Futbol de 1916, donde conquistaría el título como equipo y ser el líder de goleo individual.
El Talento Inigualable de Isabelino Gradín
Gradín era un extremo derecho veloz y habilidoso, con un regate excepcional y una gran capacidad para marcar goles.
Su talento natural lo llevó a debutar con el Club Agraciada a los 15 años, y luego pasó al Peñarol, donde se consolidó como una figura clave del equipo.
Gradín fue campeón uruguayo con el Peñarol en 1918 y 1921, y también integró la selección uruguaya que ganó la Copa América en 1916 y 1917.
En una época en la que el racismo era prevalente en el fútbol, Gradín fue uno de los primeros jugadores negros en desafiar los estereotipos y demostrar su valía en el campo de juego.
Su éxito contribuyó a abrir las puertas para otros jugadores afrodescendientes en el fútbol uruguayo y en el mundo.
Una Gran Carrera
Su carrera futbolística comenzó en el Peñarol, donde obtuvo una infinidad de títulos y se consagró como uno de los ídolos del cuadro charrúa. pasando posteriormente al Olimpia Fútbol Club, donde concluyó su carrera.
Como seleccionado nacional por Uruguay, representó a su país en los Torneo de la Copa America de Futbol en las ediciones 1916, 1917 y 1919, obteniendo dos campeonatos y un subcampeonato.
Era considerado un indiscutible en la selección uruguaya que participaría en el Torneo de Futbol de los Juegos Olímpicos de París en 1924, pero problemas entre la Federación y la Asociación del fútbol en su país, no pudo participar.
Isabelino Gradin, constituído como una de las leyendas Copa América, perdería la gran oportunidad de obtener la medalla de oro lograda por su país en esos juegos y cuatro años después, declinó participar en el torneo de Amsterdam.
Previo al primer Campeonato Mundial de Futbol, celebrado en Uruguay en 1930, Isabelino Gradin decidió retirarse del futbol, llevándose el cariño y reconocimiento de los aficionados que siempre le mostraron su admiración.
Al poco tiempo, Isabelino Gradin incursionaba en el atletismo, repitiendo el éxito logrado como futbolista.
Representó a su país a lo largo de Sudamérica en juegos panamericanos, logrando varias veces llegar primero como corredor de 400 metros, disciplina en la que obtuvo 5 medallas de oro.
Falleció el 21 de diciembre de 1944, pero su recuerdo perdura como una de las grandes Leyendas Copa América.
Video: Leyendas Copa América: Isabelino Gradin
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Un Legado Inmortal
Gradín falleció prematuramente en 1944 a la edad de 47 años, pero su legado sigue vivo.
Es considerado uno de los mejores futbolistas uruguayos de todos los tiempos, y su nombre está grabado en la historia del deporte.
En su honor, se han erigido monumentos y se han organizado torneos de fútbol.
Isabelino Gradín fue un jugador excepcional, un pionero en la lucha contra el racismo y un símbolo de la fuerza y la determinación del pueblo uruguayo.
Su historia inspira a las nuevas generaciones de futbolistas a perseguir sus sueños y luchar por la igualdad en el deporte.
Además de su talento futbolístico, Gradín también era un atleta destacado.
Ganó el campeonato nacional de salto de altura en 1916 y 1917, y también compitió en los Juegos Olímpicos de 1924.
La influencia de Gradín en el fútbol uruguayo es innegable. Fue uno de los primeros jugadores en popularizar el uso de la gambeta y el regate, y su estilo de juego inspiró a muchos jugadores que lo siguieron.
Isabelino Gradín es un ícono del fútbol uruguayo y un símbolo de la lucha contra el racismo.
Su legado sigue vivo en el corazón de los aficionados al fútbol de todo el mundo.
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