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Italia 1934 Organizaciòn

Italia 1934 Organizaciòn

En el año 1934, el viejo continente se preparaba para recibir por primera vez la magia del fútbol mundial.

Tras el éxito rotundo de Uruguay 1930, la FIFA se embarcó en la organización de Italia 1934, un evento que marcaría un antes y un después en la historia del deporte rey.

Europa, que había ignorado la primera edición en tierras uruguayas, ahora prestaba máxima atención. Las naciones del viejo continente veían en este torneo la oportunidad de demostrar su supremacía futbolística.

La ausencia del fútbol en los Juegos Olímpicos de 1932 había incrementado aún más la expectación. Todos querían presenciar las hazañas de las mejores selecciones del mundo.

Italia 1934 se erguía como un faro de esperanza en un mundo convulso. La Gran Depresión azotaba a las naciones, y el fútbol se convertía en un bálsamo para el alma, una pasión que unía a los pueblos.

El balón rodaría por las praderas italianas, llevando consigo sueños de gloria y un mensaje de unidad.

La organización de Italia 1934 fue un desafío titánico. Las infraestructuras debían estar a la altura del evento, y la logística era compleja.

Sin embargo, la pasión por el fútbol y el espíritu de colaboración entre las naciones europeas lo hicieron posible.

El 27 de mayo de 1934, el balón inaugural dio inicio a un nuevo capítulo en la historia del fútbol. Durante dos semanas, las mejores selecciones del mundo se enfrentarían en un duelo de titanes. Italia, como país anfitrión, soñaba con alzar la copa en su propia tierra.

Italia 1934 no solo fue un torneo de fútbol, sino un acontecimiento cultural y social de gran magnitud.

El mundo entero se paralizó para seguir las incidencias del campeonato. La radio se convirtió en el principal medio de comunicación, llevando las voces de los narradores y el rugido de la multitud a cada rincón del planeta.

 

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Designación de la Sede

En el corazón de Estocolmo, Suecia, en el año 1932, la FIFA se preparaba para su XXI Congreso. Un aire de expectación llenaba el ambiente, pues se esperaba la presentación de las candidaturas para albergar el próximo Mundial de Fútbol.

Tres naciones soñaban con ser las anfitrionas: Suecia, Alemania e Italia. Sin embargo, cuando llegó el momento, Suecia, sintiendo que no podía competir con el proyecto tan avanzado de Italia, decidió declinar su postulación.

Alemania, por su parte, simpatizaba con la candidatura italiana. Tras un acuerdo con la FIFA que aseguraba el regreso del fútbol a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, la nación germana retiró su candidatura y se unió al apoyo a Italia.

La FIFA, al ver el panorama, tomó una decisión trascendental: separar el fútbol profesional del amateur. Los Juegos Olímpicos serían para jugadores aficionados, mientras que la Copa del Mundo sería el escenario para los profesionales.

Con este nuevo panorama, Italia quedó como la única candidata y se proclamó sede oficial de la Copa del Mundo de 1934. Un sueño hecho realidad para la nación transalpina, que se preparaba para recibir al mundo con los brazos abiertos y el corazón lleno de pasión por el fútbol.

 

 

Italia 1934 Organizaciòn

Los italianos presentaron un gran proyecto de infraestructura y varias sedes para la competencia.

wc-1934Al mismo tiempo, preparaban un equipo que pudiera conquistar el título.

El gobierno de Benito Mussolini deseaba utilizar el evento desde un punto de vista propagandístico y nacionalista para unificar el país.

El comité organizador no escatimó en gastos, al asignar un presupuesto de 3,5 millones de liras y hasta ocho sedes con estadios nuevos o reformados para la ocasión: Bolonia, Florencia, Génova, Milán, Nápoles, Roma (sede de la final), Turín y Trieste.

En el plano deportivo, denominaron seleccionador nacional a Vittorio Pozzo y en una muestra clara de los deseos por contar con el mejor equipo, dieron cabida a jugadores de otras nacionalidades aunque deorigen italiano, tales como Luis Monti, Attilio Demaría, Enrique Guaita y Raimundo Orsi, y del brasileño Anfilogino Guarisi.

Por aquella época FIFA no tenía reglas claras sobre la elegibilidad de jugadores, por lo que, al contar con pasaporte italiano, no importaba que varios de aquellos jugadores hubiesen jugado por otro país la edición de 1930.

 

 

Todo Listo para la Fiesta

Es justo mencionar que la mayoría de los países se mostraron conformes con la designación de Italia.

El proyecto que presentaron era insuperable y la efervecencia del público italiano por el llamado “calcio” en ese país, garantizaban que el torneo luciera con total brillantez.

Nuevamente Gran Bretaña desestimaba la Copa del Mundo.

El Imperio Británico seguía sosteniendo que su futbol era el mejor del mundo y que presentar una selección sólo expondría a sus jugadores a posibles lesiones.

Nunca imaginaron lo caro que le saldría a los ingleses esa decisión.

 

 

Galería: Italia 1934 Sedes

 

 

 

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