Frantisek Planicka es sin duda una de las mas grandes estrellas de los mundiales del futbol.
Guardameta excepcional, decidido, valiente y con uns reflejos felinos, su gran actuación lo llevó a ser considerado una de las figuras de los mundiales, no obstante que este nombramiento es poco común cuando se trata de porteros.
Frantisek nació en Praga, el 2 de junio de 1904 y desde muy pequeño demostró contar con un gran talento para los deportes.
Desde un inicio decidió convertirse en portero y participó en diversos clubes aficionados en su país.
En el año 1923, pasó a formar parte del Slavia Praga, debiendo convencer a los entrenadores de que su 1.72 de estatura, no eran obstáculo para desempeñarse con brillantez.
En Europa se consideraba que un guardameta debia tener una estatura sobresaliente, pero Planicka contaba con una elasticidad y colocación fuera de lo común.
Participaría de forma sobresaliente en el Slavia durante trece temporadas, obteniendo varios títulos con el equipo.
Muy pronto, seria nominado para integrar la selección de Checoslovaquia.
Trayectoria Internacional
Desde 1926 hasta 1938, Frantisek Planicka defenderia el arco checo 73 veces, siendo capitán del equipo en 37 ocasiones.
Para la Copa del Mundo Italia 1934, Planicka integraba un equipo al que no se le daban grandes posibilidades.
Sin embargo, gracias a un juego de conjunto compacto y a las grandes actuaciones de Frantisek, Checoslovaquia llegaría a la final, enfrentando a Italia.
Para ese encuentro, los checos se habían ganado el respeto del público y Planicka, el “gato de Praga”, era visto como un guardameta casi invencible.
El encuentro se decidió a favor de los italianos en tiempos extras, pero la gran actuación del meta checo lo convertiría desde ese momento en una de las figuras de los mundiales.
Cuatro años después, los checos regresan a la Copa del Mundo en Francia 1938. Esta vez cuentan con un equipo más experimentado y son favoritos para disputar de nuevo la final.
Para su mala fortuna, se encuentran a Brasil en la segunda ronda y en un encuentro cargado de violencia y malas artes, el encuentro queda empatado¨en goles y en lesionados.
Planicka resulta con fractura del antebrazo y jugaría con esa lesión todo el tiempo extra. Al final del encuentro se percataría de la lesión que lo dejaba fuera del encuentro de desempate.
A los dos días, los checos y brasielros saltan de nuevo a la cancha y esta vez, resulta un encuentro sumamente limpio y caballeroso y de un nivel técnico como pocas veces se ha visto. Brasil vence y los checos regresan a casa.
Como sucedería con todos los jugadores europeos de su generación, Planicka no tendría oportunidad de volver a disputar un torneo mundialista.
La Segunda Guerra Mundial vendría a cancelar esa posibilidad y terminaría con la vida de muchos de ellos en los campos de batalla.
Tras su retiro, Frantisek Planicka continuaría llevando una vida ligada a la práctica del deporte.
No solo disputaría encuentros de veteranos, donde seguiría asombrando a propios y extraños, sino que además mantendría siempre un vigor físico envidiable.
En el año 1985 sería condecorado por la UNESCO como un ejemplo del juego limpio.
Unos años después, la República Checa le entregaría una co¨ndecoración por la misma causa.
Frantisek Planicka fallecería a la edad de 92 años, un par de meses después de ver como su amado equipo, el Slavia Praga, lograba coronarse como campeón de liga después de casi 50 años sin títulos.
Video: Frantisek Planicka
Video cortesía de El loco forzay – visita su canal