Tres meses antes de que arrancara la Copa del Mundo Brasil 1950 el sorteo se llevó a cabo mediante una ceremonia discreta, con los delegados de los equipos presentes.
El 22 de mayo de 1950, en el corazón de Río de Janeiro, se respiraba un aire de expectación.
La ceremonia tuvo lugar en el Palacio de la Cancillería, en Río de Janeiro.
En el Palacio de Itamaraty, los representantes de 14 naciones se congregaron para un evento que marcaría el destino de la Copa del Mundo.
Con las manos temblorosas y los corazones acelerados, los delegados se acercaron a la mesa donde reposaba un bombo plateado.
En su interior, doce bolillas, cada una con el nombre de una selección, aguardaban su momento.
Cabezas de Serie Brasil 1950 el Sorteo
Brasil, como anfitrión, Inglaterra, como potencia futbolística, Italia, el campeón vigente, y Uruguay, el primer campeón mundial, ya tenían su lugar asegurado como cabezas de serie.
Pero el resto de las selecciones se debatían entre la esperanza y la incertidumbre.
¿Con quién les tocaría compartir grupo? ¿Tendrían la suerte de enfrentarse a rivales accesibles o se verían obligados a luchar contra los favoritos desde el principio?
El ambiente era eléctrico. Los delegados intercambiaban miradas nerviosas, mientras los periodistas, ávidos de cualquier información, apuntaban cada detalle.
Con cada bolilla extraída, la tensión aumentaba. Los aplausos y los murmullos se mezclaban en una sinfonía de emociones.
Un Juego de Intriga
Pero detrás de la aparente aleatoriedad del sorteo, se escondían intereses y cálculos políticos.
Algunos rumores apuntaban a que ciertas selecciones habían sido favorecidas, mientras que otras habían sido perjudicadas.
Las alianzas entre países y las rivalidades históricas también pudieron haber influido en la composición de los grupos.
La ausencia de Escocia y la declinación de Turquía y Portugal sumieron al sorteo en un clima de incertidumbre.
¿Habría algún tipo de manipulación? ¿Se había favorecido a algún equipo en particular?
Estas preguntas resonaban en los pasillos del palacio y en las redacciones de los periódicos.
Los Grupos
La designación de las cabezas de serie fue confirmada y aceptada por los presentes y uno a uno fueron saliendo los nombres de los equipos que fueron siendo colocados en cada uno de los cuatro grupos.
El Grupo A quedó integrado por Brasil, Yugoslavia, Suiza y México. Un grupo que parecía accesible para los locales aunque los partidos, debían jugarse.
En el grupo B, Inglaterra era emparejado con España, Chile y Estados Unidos.
El grupo C, encabezado por Italia, tendría como compañeros a Suecia, Paraguay e India. La gran incógnita era representada por Italia por causas que se expondrán en otro artículo.
Por último, el grupo D contaría solo con tres selecciones: Uruguay, Francia y Bolivia.
El ganador de cada grupo pasaría a una segunda ronda en la cual se enfrentarían todos contra todos, obteniendo el título el equipo con mayor cantidad de puntos.
Fase Final
La fase final no parecía hacer muy feliz a los participantes, quienes acostumbrados a eliminación directa, sentían que el desgaste para los jugadores sería demasiado.
Un hecho común, al conocerse el resultado del sorteo de grupos, fue la casi inmediata cátedra de parte de los expertos y chicos de la prensa quienes comenzaron a profetizar resultados y hasta cruzaron apuestas sobre el posible campeón.
Pero, qué opinaban los expertos? …
El Nacimiento de las Expectativas
Una vez conocidos los grupos, la prensa y los aficionados se lanzaron a analizar los emparejamientos.
Los expertos deportivos desgranaban las fortalezas y debilidades de cada equipo, mientras que los aficionados soñaban con ver a sus selecciones levantar la copa.
Brasil, como anfitrión, era el gran favorito. Sin embargo, los grupos estaban equilibrados y cualquier sorpresa era posible. Inglaterra, con su tradición futbolística, aspiraba a conquistar su primer título mundial.
Italia, a pesar de los problemas internos, buscaba revalidar el título obtenido en 1938. Y Uruguay, el primer campeón, soñaba con repetir la hazaña.
El sorteo de la Copa del Mundo de 1950 fue mucho más que un simple acto protocolario.
Fue un momento de máxima expectación, de intrigas y de sueños.
Brasil 1950 el sorteo fue un evento que marcó el inicio de una aventura que culminaría con una de las finales más emocionantes y dramáticas de la historia del fútbol.
.
brasil 1950 el Sorteo